VIDEO: Miriam Makeba mundialmente conocida por su canción "Pata Pata" fue una de las representantes más importantes en la lucha contra el "apartheid" fuera de Sudafrica.
La cantante, que falleció hoy 10 de noviembre en el sur de Italia a los 76 años al sufrir un paro cardiaco después de un concierto, había nacido el 4 de marzo de 1932 en Johannesburgo (Sudáfrica), aunque pasó su infancia en Petroria (en el Transvaal).
Al igual que su admirado Nelson Mandela, Makeba pertenecía a la etnia Xhosa y su infancia y adolescencia estuvieron marcadas por la discriminación racial existente en Sudáfrica, que ella denunciaría más tarde ante las Naciones Unidas, lo que le valió ser privada de su nacionalidad sudafricana y vivir tres décadas en el exilio.
Makeba, conocida como "Mamá Africa", comenzó a cantar a los 17 años en iglesias y en las fiestas de caridad de la institución Kilmerton de Pretoria; poco después se unió a un grupo ambulante, "The Black Manhattan Brothers" con los que recorrió durante tres años varios países africanos.
Como no pudo desarrollar la carrera artística que ella deseaba, ya que se hallaba bajo permanente vigilancia policial debido a su activismo, en 1958 decidió abandonar su país.
En Londres conocerá al cantante afro-norteamericano Harri Belafonte quien, interesado por su talento, la anima para que prosiga su carrera en Estados Unidos.
En noviembre de 1959 abandonó Londres y se fue a Nueva York donde continuó sus actuaciones en los clubes de moda del Village, una de las áreas de jazz más representativas de la gran manzana. Aquí conoció a artistas famosos como Dizzy Gillespie, Dinah Washington, Duke Ellington o Miles Davis.
En 1960 se asoció artísticamente a Harry Belafonte con quien grabó varios discos y actuó en diferentes giras. En este año el gobierno sudafricano le retiró el pasaporte prohibiéndole la entrada en Sudáfrica, por las denuncias efectuadas sobre el "apartheid".
Su canción "Pata-Pata", que compuso en 1956 mientras se hallaba en Sudáfrica, se convierte en récord de ventas en 1967 y la consagra definitivamente.
Tras su boda en 1968 con el líder negro norteamericano y miembro de la organización antirracista "Panteras Negras" Stokely Carmichael, se intensificó su lucha por la emancipación de los negros y sus canciones pasaron a tener un mayor contenido político.
Pero la vigilancia del FBI obligó a Miriam y a su marido a trasladar su residencia a Guinea Conakry, donde residirá hasta su regreso a Sudáfrica en 1990. En este periodo se separa de Carmichael y se casa de nuevo.
En la década de los 60 y 70 realizó giras por Europa y Estados Unidos donde obtuvo importantes éxitos. En el año 1972 fue invitada al Festival de la Canción de Viña del Mar, donde dedicó su canción Pata Pata al presidente Salvador Allende.
Participó en 1988 en la gira de Paul Simon, "Graceland", donde éste fundió los ritmos de la música negra con los de occidente, junto al trompetista sudafricano exiliado Hugh Masekela y el grupo Lady Smith Black Mambazo.
Esto dio a Makeba la oportunidad de grabar, tras muchos años de silencio, un disco con canciones de su tierra llamado "Sangoma", con el que participó el 11 de junio de 1988 en el macroconcierto que bajo el título "Mandela: libertad a los 70" se celebró en favor de la liberación del líder sudafricano en el estadio londinense de Wembley.
Dos años después, en febrero de 1990, el nuevo régimen de Pretoria liberó a Nelson Mandela tras 26 años en prisión y el 10 de junio de ese año la llamada "Mamá Africa" pisaba suelo sudafricano y ponía fin a más de 30 años de exilio.
Entre su discografía destaca "The many voices of Miriam Makeba" (1962), "Miriam Makeba live in Africa" (1967), "The word of Miriam Makeba" (1968), "Miriam Makeba and Harry Belafonte" (1972), "Sangoma" (1988), "Welela" (1989), "Skylarks" (1992), "Sing me a song" (1994).
A lo largo de su carrera recibió numerosos premios, muchos de ellos por su contribución a la defensa de los derechos humanos, sobre todo por su lucha contra el apartheid. Esto le valió también una propuesta de Nelson Mandela para ocupar un cargo en el gobierno mientras él ejerció como presidente, que declinó.
En 1988 publicó su autobiogafía "Makeba: my story".

LA CANTANTE MIRIAM MAKEBA AGRADECE AYUDA DE CUBA A LAS NACIONES POBRES
Sábado 8 octubre 2005.
Con los calificativos de legendaria, inigualable, militante y luchadora, la prensa internacional viene reflejando la gira de despedida artística de quien ha sido conocida como "Mama Africa", la cual comenzó el pasado día 26 de septiembre y abarcará 52 países.
De 73 años y famosa en el mundo por canciones como "Pata Pata", ella señaló recientemente que quería agradecer personalmente a todos sus seguidores.
De ahí que se embarcara en un largo periplo artístico de 14 meses, que la llevará además por Venezuela, Brasil, Estados Unidos, Alemania, los países escandinavos, El Vaticano y naciones africanas.
En el caso de Cuba, donde Miriam Makeba actuó en los años 70, será un reencuentro añorado, pues la patria de José Martí la declaró hija adoptiva, cuando el régimen del apartheid le retiró su ciudadanía y la condenó a un largo exilio de 31 años.
La música de Makeba ha sido considerada una mezcla de jazz, canción protesta y folclore africano, todo ello a partir de sus orígenes en el grupo étnico de los xolas, uno de los tantos componentes del pueblo sudafricano que sufrió los terribles dolores del racismo.
Surgió a la vida profesional en 1954, y desde entonces entusiasmó al público con su exquisita voz y poderoso canto, una sensual manera de bailar, y una rectitud política y ética, hasta conquistar públicos de todos los continentes y todas las edades en estos 50 años.
También actriz, autora y compositora alzó siempre su figura contra la injusticia y la segregación racial en su país y en el resto del continente, en la lucha contra el colonialismo y el imperialismo.
La consagración internacional le llegó en 1967 con su "Pata- Pata", una canción compuesta por Dorothy Masuka 11 años antes, pero que convirtió en un himno símbolo de resistencia.
Al caer el apartheid, regresa a su patria y es como si una reina hubiera recuperado el trono, de ahí que se le nombre "La Emperatriz de la canción africana".
"Era 1994, estaba muy sorprendida porque en todas las estaciones de radio tocaban una nueva versión del Pata-Pata, grabada por el grupo de Bongo Maffin y cantada por Thandiswa, una muchachita que podría ser mi nieta", ha contado Makeba a la prensa.
Acompañada de una banda de excelentes músicos, donde descuellan su nieta y un bisnieto, Makeba pretende despedirse formalmente de los escenarios, pero no así de la lucha por un mundo mejor, pues seguirá en sus funciones como embajadora de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).
También al frente de una fundación que lleva su nombre, que lucha contra la violencia contra la mujer y difunde normas de prevención contra el SIDA entre los jóvenes.
La legendaria cantante sudafricana Miriam Makeba dijo en esta capital conocer la importancia de Cuba para los pueblos pobres y "quisiéramos retribuirle esa ayuda".
Makeba viajó a la Habana desde México en un periplo que la llevará a muchos escenarios del mundo que según reveló en conferencia de prensa reportada por Prensa Latina que los cubanos "fueron solidarios con la lucha de su pueblo".
"Por eso estoy aquí" -dijo- y "aunque tengo ciudadanía cubana perdónenme que no hable en español pero cantaré con todo el corazón para ustedes", agregó.
Desde 1978 la célebre intérprete no viajaba a Cuba, en aquella oportunidad lo hizo en ocasión del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
Con respecto a las expectativas de las dos presentaciones que hará en Cuba afirmó que hay gente que la conoce, otros no "no hago Hip Hop -bromeó- pero trataré de dar lo mejor de mi misma".
En un momento de su alocución arrancó a cantar una melodiosa y desgarrada pieza, en la que develó el magnífico estado de su legendaria voz. Se produjeron aplausos prolongados.
Entonces, se incorporó a la conferencia la diva cubana Omara Portuondo, quien recién llegaba de un viaje a Chile.
La integrante del Buena Vista Social Club saludó a su colega y le cantó Guajira Guantanamera, pieza antológica del pentagrama cubano que los periodistas asistentes al foro corearon.
Miriam Makeba ante una pregunta sobre su afición al jazz respondió que no leía ni sabía escribir música, aunque si cantarla y que "los signos de las partituras le parecían palos de golf".
"Cuando llegué a Estados UNidos -relató- hubo gente que me llamó folclorista, otros jazzista-folclorista. Ahora dicen que somos del World Music, como si viviéramos en otro planeta. Lo que hacemos es música, como todo el mundo", agregó.
Calificó la banda que la acompañará en Cuba de excelente y de "pequeña organización de la unidad africana" porque en esta hay senegaleses, sudafricanos y camerunenses.
Expresa Miriam Makeba enorme gratitud hacia el pueblo cubano
La enorme gratitud que hacia Cuba y su pueblo siente la Diva de la canción sudafricana Miriam Makeba fue expresada durante una conferencia de prensa, ante profesionales nacionales y extranjeros.
Acompañada por Thenjiwe Mtintso, embajadora de ese país en La Habana y Orlando Vistel, vicepresidente del Instituto Cubano de la Música, la Makeba recordó la primera visita que realizó a la Isla en 1972 cuando por fortuna -dijo- el Comandante en Jefe Fidel Castro asistió a su presentación.
Al anunciar su concierto del día siete, en el Cine-Teatro Astral, dijo que dará lo mejor de sí, en alusión a que jamás Cuba será retribuida por tan nobles y hermosos gestos de solidaridad demostrados en la lucha junto a los africanos por alcanzar la liberación de ese continente.
Destacó que le satisface conocer que médicos, maestros y otros especialistas colaboran en países como Angola y Mozambique, mientras que naciones ricas y con mayores condiciones jamás lo han hecho.
Rememoró que la Antilla mayor fue ela territorio que la cobijó cuando se le prohibió regresar a su país, donde era perseguida por su sostenida lucha contra el Apartheid.
Con 73 años de edad, la Makeba no solo se conserva físicamente bien y con el acostumbrado timbre de voz que la hizo trascender los escenarios de su nación, hoy continúa su incansable lucha a favor de los pobres y desposeídos.
Esta gira, a la que se suman otras naciones donde dejó su arte y su estilo personal de interpretación, será su despedida como cantante, sin embargo, apuntó que una vez que retorne a Sudáfrica irá a cuidar a sus nietos y dedicarse al desarrollo del Centro Niñas Makeba, concebido para pequeñas sin amparo filial.
Significó que fueron niñas las escogidas para este proyecto porque ellas serán las mujeres y madres del futuro, quienes deberán luchar por una sociedad más justa y por formar hombres de bien.
Precisó que durante su larga carrera ha cantado desde el alma, sin formación académica alguna y que su inspiración ha sido siempre la problemática social.
Críticó que las autoridades gubernamentales norteamericanas hayan demorado la ayuda a los damnificados por los huracanes Katrina y Rita en el Sur de Estados Unidos e informó que su modesto aporte como artista será cumplimentar el encargo de dos canciones con las cuales recaudarán fondos para los afectados.
Comentó que como Embajadora de Buena Voluntad de la FAO dedica sus esfuerzos a los personas víctimas de las minas en Mozambique, acción extendida también a naciones como Uganda y Ruanda, y en el futuro inmediato comprenderá Angola.
Su actuación en La Habana forma parte de una gira que inició en los primeros días de octubre y al término de 14 meses se convertirá en una especial despedida del público, testigo excepcional de la solidez de una carrera artística difundida por el mundo hace cinco décadas.
La Habana (AIN)Por : La Habana Sábado 8 octubre 2005

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