La Nación - Miércoles 10 de diciembre de 2008
Sobre el escritorio que perteneciera al humilde sacerdote francés André Jarlan, asesinado durante una protesta contra el régimen militar, la Presidenta Michelle Bachelet firmó un pergamino recordatorio que -con la leyenda "No podemos cambiar nuestro pasado, sólo nos queda aprender de lo vivido. Esa es nuestra oportunidad y nuestro desafío" -depositó junto a la primera piedra de lo que será el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, espacio destinado a no olvidar la experiencia dolorosa que vivieron miles de chilenos con la sistemática y masiva violación de sus derechos bajo la dictadura.
En la primera de las actividades que encabezó ayer la Mandataria, con motivo de la conmemoración de los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, subrayó la necesidad de preservar la memoria para que estos hechos no vuelvan a ocurrir. "La memoria es frágil", dijo al recordar al padre Jarlan y las circunstancias en que fue asesinado durante una protesta, el 4 de septiembre de 1984, mientras estaba en su casa de la población La Victoria.
En su discurso, Bachelet recalcó que nadie puede negar, desconocer o minimizar la tragedia vivida en Chile. "Habrá distintas interpretaciones acerca de las causas del quiebre democrático. Habrá distintas interpretaciones acerca del legado del régimen autoritario. Pero sobre el costo humano que Chile pagó, no debería haber discrepancias", señaló, destacando que "sobre la diversidad de experiencias y de memorias, hemos sido capaces como país de derribar los muros de la negación y del ocultamiento, y de alcanzar cada vez más coincidencias respecto a las lecciones que nos deja esta experiencia trágica".
Junto con afirmar que Chile debe estar siempre unido en el respeto de los DDHH, la Presidenta dijo que el país ha avanzado en este camino, aunque es necesario perseverar.
"Parte de este aprendizaje es que quien piensa distinto no es un enemigo a doblegar, sino un ser humano a respetar", señaló, agregando que el mejor homenaje a la memoria de los que sufrieron estos atropellos y de los que lucharon contra ellos, es seguir trabajando día a día para que todos los chilenos tengan garantizados sus derechos esenciales".
"Nunca más el imperio de la crueldad y el atropello de las personas. Nunca más la persecución por razones ideológicas o políticas. Nunca más la tortura. Nunca más la criminalización de ciertos aparatos del Estado y la complicidad de otros. Reafirmemos hoy nuestro compromiso con la defensa consecuente de los derechos humanos en todo tiempo y en todo lugar, sin que importen la filiación de las víctimas o de los victimarios. Creo que esta es la gran lección que debemos transmitir a nuestras generaciones", concluyó.
Posteriormente, la Jefa de Estado se trasladó hasta Villa Grimaldi, ex recinto de detención, convertido ahora en Parque por la Paz. Allí, en el lugar donde ella misma estuvo detenida y sufrió atropellos, colocó el primer clavel rojo en el memorial en homenaje a los militantes socialistas detenidos desaparecidos y ejecutados políticos.
"No olvidaré nunca a Carlos Lorca ni a los demás compañeros caídos", dijo la Jefa de Estado en un tono íntimo y conteniendo la emoción.
Bachelet pide no "minimizar" crímenes en dictadura
En Día de los DD.HH, mandataria donó artesanías hechas por su padre al futuro Museo de la Memoria en donde puso la primera piedra. También inauguró Memorial PS en Villa Grimaldi.

Aunque no mencionó al ex dictador Augusto Pinochet, cuya muerte cumplió hoy 2 años, la Presidenta Michelle Bachelet hizo una directa referencia a su paso por el poder al cuestionar a sectores que tienden a desestimar la gravedad de los crímenes cometidos al amparo de ese régimen.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, la mandataria puso esta mañana la primera piedra del Museo de la Memoria e inauguró el Memorial del Partido Socialista en el Parque por la Paz Villa Grimaldi.
En el primero de estos actos, y mientras sectores pinochetistas defendían la gestión del ex comandante en jefe del Ejército, indicó que "nadie puede negar, desconocer, minimizar o banalizar la tragedia de las violaciones a los derechos humanos en Chile".
"Habrá distintas interpretaciones acerca de las causas del quiebre democrático. Habrá distintas interpretaciones acerca del legado del régimen autoritario, pero sobre el costo humano que Chile pagó, no debería haber discrepancias. Debemos mirar de frente esa terrible realidad", agregó.
La construcción del futuro Museo de la Memoria, que contendrá material relacionado a los derechos humanos, en un sitio de más de 10 mil metros cuadrados en Matucana con Catedral, tiene programado su término en noviembre del próximo año.
La periodista Marcia Scantlebury, directora del proyecto, comentó, de acuerdo a radio Cooperativa, que "la muestra estable será del 73 al 90, y lo que pretende es darle visibilidad a lo que estuvo silenciado durante muchos años".
Entre sus primeros artículos destinados a exhibición están los informes de las comisiones Rettig (de ejecutados y desaparecidos en la dictadura) y Valech (sobre la tortura), y dos artesanías hechas por el fallecido general del aire Alberto Bachelet, padre de la Presidenta, y que esta donó.
Poco antes de esta actividad, la Jefa de Estado había asistido al Parque por la Paz Villa Grimaldi, remozado ex centro de reclusión clandestina, tortura y asesinato de la DINA (policía política de Augusto Pinochet) en Peñalolén, en que encabezó la ceremonia de inauguración del memorial del Partido Socialista en homenaje a sus víctimas.
PROYECTO RESCATARÁ LUGARES DONDE SE VIOLARION LOS DERECHOS HUMANOS
La Nación - Dalia Rojas - Jueves 21 de junio de 2007
La ruta de la tortura
La idea nació hace un año en Bienes Nacionales y busca entregar otro significado a aquellos recintos donde se cometieron crímenes de lesa humanidad. Más de 500 de ellos eran fiscales. El primer recorrido lo tendrá Santiago. Este año se conocerá la información de los lugares públicos donde se torturó y ejecutó.
El edificio que en la actualidad ocupa el Ministerio de Bienes Nacionales, en Santa Rosa con la Alameda, era del Comando Conjunto. Tiene tres subterráneos que fueron calabozos. En las paredes de estos subterráneos, hay escritos con sangre que no han sido borrados. “Ese fue el lugar donde se planificó, entre otros, el asesinato de Tucapel Jiménez y esa es la inspiración o la deuda que tiene el Estado con la ciudadanía”, dice la ministra de esa cartera, Romy Schmidt, quien lleva trabajando más de un año en un catastro de todas las edificaciones públicas donde se violaron los derechos humanos.
En total, hay contabilizados 515 sitios que sirvieron para estos fines, y que demuestran que la represión fue parte de una política de Estado.
“Queremos que todo el país sepa qué pasó. La información permitirá establecer un mapa de la distribución territorial de la represión. No fue fácil, porque las listas que recuperamos de la Comisión Valech hablaban de aproximadamente 1.100 lugares, de los cuales oficialmente se reconocían 800. Luego se tuvo que localizar aquellos que eran de propiedad fiscal”, explica Schmidt.
Cada lugar tiene una ficha donde se encuentra la foto, ubicación, a quién estaba destinado el lugar, qué organismo ejerció la represión y sus funciones en la actualidad. Para aquellos sitios emblemáticos se está reconstruyendo además, su historia. Información que estará disponible en el transcurso de este año, a través de Internet.
“La mayoría son lugares destinados a las Fuerzas Armadas, principalmente a Carabineros. Muchos mantienen la misma destinación que en el ’73, claro que con una función distinta. Por eso es muy difícil que todos ellos sean dedicados a la memoria”, dice Schmidt, quien explica que aún así, se colocará una placa o algo que recuerde lo que sucedió”.
Pero lo más sorprendente de este catastro, añade la secretaria de Estado, no fue el tipo de lugares con los que se encontró, sino su distribución: “Al ver el mapa de Chile, queda graficado que esto fue en todo el país, no fue sólo en los centros urbanos. La capital, por ejemplo, teniendo el 40 por ciento de la población no fue la zona más significativa, ya que la mayor cantidad de estos lugares están en las regiones de Valparaíso y Biobío”.
El camino de la represión
Pero este catastro es sólo el primer paso para algo mayor. La idea es lograr una Ruta Patrimonial de los Derechos Humanos. Y a pesar de que aún no hay una ruta definida, se sabe que será Santiago la ciudad donde se experimente con esta experiencia.
La idea es señalizar ciertos lugares, “para que caminar por la calle sea un viaje permanente hacia la memoria, en otras palabras, dejaremos claro que los atropellos de los derechos humanos es parte de la historia de Chile, creando una ruta patrimonial de la memoria que identifique los sitios más simbólicos donde ello ocurrió”.
UN MUSEO PARA LA MEMORIA
Faltaba dónde construirlo. Inicialmente incluso se había pensado en el Palacio Álamo, en calle Bulnes, o próximo a la Villa Grimaldi. Pero el trazado de Metro hasta la comuna de Maipú que puso fin a la Estación de Intercambio Modal en Matucana, dejó un terreno de más de una hectárea sin uso y una gran oportunidad.
El Museo de la Memoria, proyecto anunciado por Michelle Bachelet, que dependerá de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos hasta la creación del Instituto de los Derecho Humanos, se ubicará precisamente en ese espacio, en Matucana con Catedral, en un barrio cultural emergente, cerca de la Biblioteca de Santiago, la Quinta Normal, Matucana 100, y próximo a un sector de conservación patrimonial.
“Recibimos un espléndido terreno para generar un proyecto que devuelva a la comunidad una ganancia extra. No sólo hacer un proyecto inmobiliario, sino que tenga un acento sobre el espacio público. Invitamos a los arquitectos a ofertar sus mejores ideas. Queremos que construyan el conjunto más armónico posible”, dice Verónica Serrano, directora de la División de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP). A la fecha, se han inscrito más de 150 proyectos para adjudicarse los más de 17 mil metros cuadrados, que son parte, además, del proyecto de recuperación del Anillo Interior de Santiago.
La joyita
Se espera que el museo sea un memorial a los derechos humanos, y que constituya un espacio para la reflexión. “Va a ser un lugar interactivo, con exposiciones permanentes y transitorias. La idea es que a partir de las lamentables violaciones de los derechos humanos en dictadura se reflexione sobre el tema de manera global, para que no vuelva a pasar. Donde se investigue, archive y conserve el material de distintas agrupaciones, como la Vicaría de Solidaridad, por ejemplo”, dice María Luisa Sepúlveda, delegada de Derechos Humanos de La Moneda. Para ello se han revisado experiencias similares en otros países, como los museos existentes sobre el Holocausto en Washington o el de Rosario, en Argentina.
La joyita del lugar serán las colecciones documentales de ocho organismos de derechos humanos nacionales que están dentro del registro “Memorias del Mundo” de la Unesco.
El museo será parte del Complejo Matucana, que también tendrá oficinas públicas e instalaciones que potencien el desarrollo del sector y que contará con conexión al Metro. Sólo en el museo se invertirán 5 mil millones de pesos. Para desarrollar el edificio de oficinas públicas -a través de concesiones- se necesitarán cerca de 800 mil UF. En agosto se dará a conocer el nuevo proyecto que estará listo el año 2009.
La iniciativa también busca borrar el horror de Pisagua. Al menos, que su recuerdo lleve a un nunca más.
Leandro Chávez
TAMBIÉN VILLA GRIMALDI
“Conocer los lugares donde se torturó es de una enorme importancia”, dice la vicepresidenta de la Corporación Parque por la Paz, Margarita Romero. Ella cuenta que en Villa Grimaldi se realizará un museo local que rescate la historia de lugar, ya sea por medio de testimonios de quienes estuvieron ahí, o sus familiares. “La idea es que no exista sólo un museo, sino muchos a lo largo de Chile que den cuenta de lo que ocurrió allí. Este museo no es un contrapunto con otros proyectos que se puedan realizar”.

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