MIREYA GARCIA sobre su padre Vicente García: "A la clandestinidad otra vez"
Publicado por María Eugenia Valdés en 7:40Un viejo luchador obrero, revolucionario y antifascista decidió hoy sumergirse en la clandestinidad profunda del mas allá, obviamente no para descansar sino para seguir luchando de la misma manera que lo hizo hace mas de treinta años. Vicente García no se rindió nunca, no se rindió ayer ni lo hace hoy. Los hombres como el, especie en absoluta extinción, jamás dejan de luchar. Así lo hizo incluso cuando solo, desnudo y atado en una cámara de tortura, escondió en lo mas profundo de su noble corazón de acero, como si se tratara de un tesoro, nuestros pobres nombres, preservándonos de ese modo, de las garras y colmillos de los chacales que intentaban sin éxito abatirlo. Hoy cuando esas sucias alimañas se pudren en el basurero de la historia, el va libre, ágil, ligero, ingrávido, ausente de todo dolor o pesar, impaciente a encontrarse en su primer "punto" de esta segunda clandestinidad, con el compañero que lo espera de hace tantos años, su hijo y camarada del mismo nombre. A los dos Vicente García solo les digo, nos vemos en el mismo lugar, en fecha que les será comunicada desde "arriba" a objeto de entregar informe sobre las tareas que me encargaron y que están pendientes. Mireya García
Homenaje: Compañero VICENTE GARCIA PINCHEIRA
A la edad de 73 años murió Vicente, dirigente sindical del carbón, integrante de la Comisión Política clandestina de Julio-Agosto de 1975 que reemplazó a la Dirección de Ezequiel Ponce, Carlos Lorca y Ricardo Lagos, todos compañeros de la máxima estructura socialista detenida, torturada y luego hecha desparecer por los esbirros de la dictadura, crímenes que aún se mantienen en la impunidad. Posteriormente integrante de comités centrales y departamentos nacionales sindicales socialistas en la época de la denominada transición a la democracia.
Conocí a Vicente luego del retorno del exilio en México a mediados de la década del 80. Nos reunimos en el centro de Santiago. Yo lo conocía solo de nombre ya que me había tocado en los primeros meses de 1976 la casualidad y también el honor de ser parte de la Dirección de recambio y de continuidad luego de las detenciones de casi el 90% de esa Dirección de la cual Vicente formaba parte. Sabía de las condiciones en que había sido detenido, torturado y luego expulsado al exilio. Me iba a encontrar con el padre de un joven socialista hijo homónimo de Vicente García a quien por esas vicisitudes de la lucha clandestina conocí a mediados de 1976 cuando ofició de enlace en la primera reunión entre las comisiones políticas del PC y del PS. El Partido Comunista venía recién saliendode la más feroz represión en contra de su máxima dirección. La casi totalidad de su Comisión Política -entre ellos Víctor Díaz- había sido apresada y también estaba detenida desaparecida.
Representaba unos veinte cinco años y mostraba diligente y solícito. Sin lugar a dudas sabía la responsabilidad que caía sobre sus hombres y de la estructura donde él funcionaba de organizar esa primera reunión de "sobrevivientes" y perseguidos. No supe el nombre del compañero del PC con el cual converse en esa ocasión, sólo nos enteramos que luego de reorganizar a la máxima estructura de su dirección con estrictas normas de seguridad, fue sacado del país.
Los dos Vicente se cruzaban así en mi azarosa vida militante con casi diez años de diferencia.
Vicente García Pincheira tenía un hablar histriónico, las frases que salían de sus labios eran moduladas y poseían una particular fuerza quizás el resultado de sus años como dirigente sindical. Luego me percate que también tenían mucho de rabia contenida. Legítima no solo por el drama de un hijo detenido desaparecido sino por el particular desarrollo de la lucha política y sobre todo del rol del socialismo. Militante desde muy joven Vicente poseía esa amalgama que unía convicción teórica y voluntad obrera. En esa ocasión quería saber los antecedentes que poseíamos sobre la detención de su hijo. Le hable todo lo que sabíamos. El tema además que había tocado directamente. Como consecuencia de la detención de Vicente hijo y de toda la estructura de comunicaciones clandestina donde él trabajaba, la DINA intuyó un nexo generacional conmigo y desató una persecución que concluyó con mi madre detenida y desaparecida por espacio de una semana.
Paso el tiempo. Nos volvimos a encontrar en posiciones críticas a la dirección del PS después del año 90. El debatía junto a Mario Palestra irse del PS (de hecho Mario sería pre candidato presidencial del Movimiento de Izquierda democrático Allendista(MIDA) en 1993) y yo era el otro pre candidato socialista del MIDA. La última vez que converse con él fue hace cerca de dos años. Lo visite en su casa, mantenía su lucidez política, pero había acentuado sus rasgos críticos. Buscaba afanosamente una respuesta a tanta ambigüedad y traición a los postulados históricos del socialismo chileno, fueron frases textuales.
Vicente García fue un militante y dirigente crítico, inconformista, apegado a su clase, valiente como ninguno, honesto a toda prueba y consecuente con las ideas que los padres del socialismo le legaron, quizás por eso es que no me extrañó que no se hubiese presentado ningún miembro de la Mesa Directiva del PS en el camposanto y el único integrante formal del Comité Central haya sido el suscrito. Creo que a él le hubiese gustado escuchar el grito de !Vicente García Hasta la Victoria Siempre!
Eduardo Gutiérrez G. Mayo de 2009