Alfonso Gonzalez-La Voz de Galicia
Marta Harnecker, psicóloga y escritora que clausuró la Semana Gallega de Filosofía. La investigadora ve con optimismo las soluciones del socialismo del siglo XXI
La chilena Marta Harnecker es una de las principales investigadoras y divulgadoras de las experiencias de transformación social del continente americana La actual asesora de varias instituciones venezolanas, come el Centro Internacional Miranda, pronunció el pasado viernes la lección de clausura de la Semana Gallega de Filosofía.
— ¿Qué mensaje quiere transmitir en este debate?
—El mensaje de nuestro subcontinente, que está en un proceso muy interesante. Yo estuve aquí en el 91, en un momento muy oscuro para toda la izquierda mundial. Y hoy día en América Latina tenemos un gran optimismo. Estamos viendo que muchas ideas que nunca pudimos realizar están plasmándose en algunos gobiernos. La correlación de fuerzas de nuestro continente es muy difícil y hay experiencias innovadoras, que creo que es lo más importante. Se está tratando de inventar soluciones. El pensador Simón Rodríguez insistía mucho en <<0 inventamos, o erramos>>. Y justamente he titulado mi charla América Latina, inventar para no errar.
— ¿A dónde está ese faro de ilusión, en qué países?
—Fundamentalmente en gobiernos que creen en sus pueblos y apuestan por la organización popular y que confían mediante esa organización popular se puede ir venciendo una correlación de fuerzas que no es nada fácil. Ha cambiado el mundo y ha cambiado para América Latina, pero el Imperio sigue siendo el Imperio. Y creo que esta apuesta a los pueblos, eso que hemos visto ahora con la huelga de hambre de Evo Morales... ¿Quién hubiera pensando que un gobernante en América Latina iba a hacer ese gesto? Apostar por crear una correlación de fuerzas a nivel del pueblo. Pienso que es lo más interesante que está pasando.
—Pero hay también una gran tensión por ejemplo precisamente con Evo Morales o en Venezuela con Hugo Chávez.
—Creo que todos estos procesos tienen que producir reacciones de los sectores que van a sufrir las consecuencias, que es la elite de siempre. Eso va a ocurrir y ha ocurrido históricamente. El asunto es que hoy día estamos todos unidos. Si contamos los países que quedan fuera de esta articulación en nuestra sub. región son muy pocos. Entonces, la articulación distinta que estamos llevando a cabo y el apoyo popular de estos gobiernos, está llamada a conseguir la culminación de los pueblos, que se llama en algunos casos.
— ¿Hacia dónde se encamina América Latina, ahora que estamos en una crisis mundial y se habla de la refundación del modelo económico?
—Bueno, la idea siempre ha sido una forma de predistribución de la riqueza en forma mucho más equitativa. Se llama socilalismo del siglo XXI, un modelo mucho más democrático y más participativo. Es el rasgo fundamental de este esfuerzo. La apuesta es grandísima, pero soy optimista. Llevo desde hace cinco años yendo y viniendo a Venezuela. Y ves el crecimiento. popular, estos procesos en los que le entregan a la gente posibidades de decidir, de participar de los recursos directamente a las comunidades. Todo eso hace que la gente crezca y ese pueblo no es el mismo de hace cinco años.
—O sea, que ni Chávez ni Morales son iluminados populistas.
—No. Esa es la propaganda externa que se hace. Yo diferencio entre un populista que usa el pueblo y estos dirigentes que apuestan al crecimiento del pueblo.
— ¿Y cómo ye el futuro que se avecina al mundo rico, Estados Unidos y Europa, y el papel de España en el proceso?
—Creo que ya están mirando a América Latina. Hoy día creo que ustedes están viendo que se están moviendo las cosas. Y si hay una parte del mundo donde se están moviendo es allí. Determinadas políticas de los gobiernos están haciendo que estemos sufriendo menos la crisis mundial que ustedes, lo que no quiere decir que este año va a ser más difícil que el pasado, sin duda. Pienso que habría que mirar a nuestros países y tener una política de apostar al desarrollo, cosa para la que habrá que cambiar la mentalidad de los gobiernos europeos. La soberanía es algo fundamental para nosotros y todo el que respete la nuestra podrá tener un espacio. De hecho, estos gobiernos no pretenden aislarse. Como dice Hugo Chávez, es un mundo multipolar el que se quiere establecer y entonces está buscando alianzas con todos los que quieran contribuir al proyecto, para firmar la soberanía nacional, que es la apuesta fundamental.
"La fuerza de Hugo Chávez para levantar un proyecto alternativo está por encima de cualquier crítica a sus debilidades personales"Susana Regueira-El Faro de Vigo. En los setenta Harnecker fue una de las principales ideólogas marxistas del continente americano (su obra "Los conceptos elementales del Materialismo Histórico se reeditó hasta en 63 ocasiones) y hoy se la señala como una de las profesionales más influyentes del entorno de Hugo Chávez.
–¿Se está produciendo un giro en la correlación de fuerzas en América?
–Vengo a la Semana de Filosofía a plantear la diferencia que hay en América Latina entre lo que era la situación en 1991, cuando estuve acá, y lo que es hoy, que hay efectivamente un cambio cualitativo en la correlación de fuerzas muy importante. En aquella época estábamos en un momento negro digamos y hoy en día estamos muy optimistas por lo que está pasando.
–¿Viven esos países un momento de optimismo?
–Por supuesto, el faro de la gente más progresista en estos momentos son los nuevos gobiernos como el de Venezuela y el de Bolivia, gobiernos que apuestan por organizar al pueblo y por cambiar la correlación de fuerzas a partir de la organización popular, el apoyo y la presión popular frente a un estado que se hereda que es terriblemente limitante de los proyectos de transformación. El hecho de que estemos transitando por la vía pacífica y que tengamos que trabajar con esa estructura hace que tengamos que buscar una forma de crear una correlación nueva de fuerzas que permita presionar a ese aparato para irlo transformando. Un ejemplo es la huelga de hambre de Evo Morales, que quizás ustedes no entiendan, pero para mí representa ese gobernante que está absolutamente convencido de que no puede hacer nada sin un pueblo organizado detrás, un pueblo que presione y ayude a quebrar ese aparato que se hereda.
–¿Qué le parecen las críticas a Hugo Chávez?
–Chávez ha sido el dirigente político más importante para América Latina en el sentido de levantar un proyecto de integración latinoamericana, de soberanía del subcontinente, de toda la región, proyectos de integración a todos los niveles (cultural, económico, político etc).
–No me negará que es un hombre contradictorio...
–Que Hugo Chávez es un hombre contradictorio yo lo acepto, que no nos gusta su discurso excesivamente violento y ofensivo lo acepto, tampoco comparto ese discurso. Sin embargo creo que tenemos que trabajar con hombres reales y él es un hombre con esa contradicción y hay que medir lo que significa, el empuje que le ha dado al proceso y su fuerza para levantar un proyecto alternativo, eso está por encima de cualquier tipo de crítica a sus debilidades personales.
–¿Cómo imagina la situación de América Latina a diez años?
–Es impresionante como año a año va cambiando la correlación de fuerzas y va creciendo el proceso popular revolucionario, porque eso es lo importante, que desde los gobiernos se ayude a crecer a la gente, al pueblo, a madurar, a educar muchas veces, hablamos de escuelas de apología de la liberación, la gente actuando y asumiendo responsabilidades está creciendo, no son escuelas de cuadros como en el pasado. Veo como que realmente la integración cada vez es más sólida y en la medida en que haya una integración económica, cultural, una televisión alternativa que ya la tenemos pero todavía no a nivel de cable, cuando sea realmente un compromiso de los gobiernos (porque usted sabe que el problema mediático es un problema fundamental de dominación del imperio) lograremos tener una información alternativa, que es fundamental. Y además hablamos de una integración que apuesta por la equidad, que trata de ayudar como de alguna manera en Europa hicieron con los países menos desarrollados, tratamos de hacer una integración que beneficia a todos.
–Plantean un modelo: la relación Cuba-Venezuela.
–Es la integración modelo, Cuba tiene un potencial de gente formada, de médicos, de profesores, de deportistas, y eso es lo que ofrece a Venezuela y ella necesita petróleo, pues a cambio de eso Venezuela le da petróleo, ese tipo de integración que va buscando qué puede cada país aportar es fundamental.
–¿Obama les parece una esperanza en todo este escenario?
–Hay dos tipos de visión de Obama, la clásica que mira a lo estructural y ve que no ha cambiado el imperio y Obama es una marioneta del imperio; yo particularmente, quizás porque expreso un deseo, estoy convencida de que es un tipo auténtico y va a luchar, no sabemos cuanto puede contra todo el aparato que lo constriñe, pero tenemos que darle un voto de confianza y apoyarlo, porque al fin y al cabo, así como nuestros gobernantes podrán hacer cosas si tienen pueblos organizados, si hay algún tipo de buena voluntad en ese gobernante en la medida en que no empecemos a atacarlo desde el comienzo, a decir que es la marioneta, entonces podrá hacer cosas, porque si no no estaremos ayudando.
–¿Qué opina de quienes afirman que estamos en las postrimerías del neoliberalismo?
­-Soy contraria al determinismo histórico, creo que las crisis son oportunidades para el cambio o para la reestructuración o refundación del neoliberalismo, aquí todo depende de como las fuerzas contrarias se organizan y luchen, no podemos quedarnos con las manos cruzadas viendo como el neoliberalismo se cae, creo que no, creo que si no hay condiciones subjetivas en nuestros pueblos para levantar una propuesta (y eso sí lo veo en América Latina) no pasará.

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