EL SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD

En cada nochebuena se celebra la tradición más universal del mundo. Su sola mención llena de emoción y alegría a los niños, días de fiesta y gratos momentos en los jóvenes, así como placenteras añoranzas y la esperanza del reencuentro con los familiares o amigos, en los mayores.
Llega la Navidad y el comienzo de un nuevo año, se acerca. Diciembre se convierte en el mes más festivo en cada país, en cada ciudad y en cada pueblo. Todos se visten de fiesta. Las luces de colores se encienden, un gran árbol de navidad los identifica, los pesebres vivientes y petrificados se representan a sus pies, y cada habitante renueva sus esperanzas a la espera del nuevo año.
Una historia, una verdad…
La verdadera celebración de la Navidad se realiza con el objetivo de conmemorar el nacimiento de Jesucristo en Belén, según los evangelios de San Mateo y San Lucas. Es la fiesta más importante del año eclesiástico cristiano, después de Pascuas.
Esta fecha fue oficialmente reconocida en el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio de Nacianceno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad de Jesús. De esta manera seguía la política de la iglesia primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.
La fiesta pagana más asociada con la Nueva Navidad era el Saturnal Romano, en honor a Saturno, considerado Dios de la agricultura que se celebraba con grandes banquetes. Al mismo tiempo, en el norte de Europa una fiesta de invierno similar. Durante la Edad Media, la Iglesia añadió el nacimiento y los cánticos a sus costumbres. Todo esto tuvo un abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos prohibieron la Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época victoriana.
La Navidad que hoy se celebra, es una creación del siglo XIX.
El árbol de navidad, de origen germano, se extendió por otras áreas de Europa y América. En cuanto a las tarjetas navideñas no empezaron a utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846.
La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de san Nicolás y una jovial figura medieval, el espíritu de navidad. En Rusia lleva tradicionalmente un cochinillo rosa bajo el brazo.
Actualmente, el festejo de la navidad es una fiesta más profana que religiosa. Es un período en que se realiza una gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones con amigos y familiares.
En Occidente se celebra la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En los países de América Latina, de arraigada tradición católica, se celebra especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales. También se acostumbra asistir a la Misa del gallo y celebrar con cohetes y fuegos artificiales.
En México, la Nochebuena constituye la culminación de una celebración que dura nueve días a la que se llama “las posadas”. Éstas empiezan el 16 de diciembre y conmemoran el viaje de María y José en su búsqueda de alojamiento antes del nacimiento de Jesús. El número nueve también alude a los nueve meses de embarazo de María. Parte esencial de la fiesta es pedir posada mediante unos cantos en los que unos asistentes solicitan el favor de ser recibidos y otros responden, primero negándose, y al final concediéndolo, con lo que todos estallan en júbilo por el feliz final de la travesía de los peregrinos. Otro elemento fundamental es la piñata que, junto con el canto de la letanía, los juegos tradicionales, los dulces y las bebidas propias de la época aglutinan las enseñanzas introducidas por los evangelizadores en la Nueva España en la segunda mitad del siglo XVI. El origen de las posadas parece hallarse en el convento de San Agustín de Acolman, en donde los monjes agustinos aprovechaban la coincidencia de las fechas cristianas y las de los ritos de los aztecas, quienes festejaban el nacimiento de su máxima deidad, el dios Huitzilopochtli.
En un principio la Navidad tuvo un carácter humilde y campesino, pero a partir del siglo VIII comenzó a celebrarse con la pompa litúrgica que ha llegado hasta hoy, creando progresivamente la iluminación y decoración de los templos, los cantos, lecturas y escenas piadosas que dieron lugar a representaciones al aire libre del nacimiento en portal de Belén, el famoso Pesebre.
Un icono musical“…Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor…”. Así comienza la primera estrofa de la canción más conocida del mundo. En cada festejo navideño se hace presente en las diversas culturas que, todos los años, la entonan y la recuerdan.
“Noche de Paz” fue cantada por primera vez en la nochebuena de 1818, en la iglesia de un pueblo cercano a Salzburgo, Austria. Desde entonces, sus apacibles estrofas son entonadas en más de 300 idiomas.
Un sacerdote llamado Joseph Mohr fue quién, inspirado en una fiesta poco casual para el mismo, comenzó a escribir las primeras palabras que luego conformarían la primera estrofa de esta canción.
Nacido un 11 de diciembre de 1792, creció al lado de su madre y de sus dos hermanos en una casa en donde siempre abundó la pobreza, paredes húmedas, muebles precarios y castigos de las innumerables enfermedades, fueron producto de su condición social. Pese a esto, desde niño, buscaba rincones para sentarse a cantar. Un día un maestro de música descubrió aquella pequeña voz y convenció a su madre para que pudiera unirse al coro de la catedral. Así comenzó una nueva etapa para él, una vida más próspera…
En los registros de la escuela fue declarado huérfano y en ocasiones, debía hacerse negar hasta de su propia madre ya que en esa época, ser hijo de una madre soltera, se consideraba inadmisible. Pero, probablemente, era su única oportunidad de estudiar por lo que aceptó tales condiciones para poder formar parte del cuerpo estudiantil. Con sólo siete años ya sabía tocar el violín. En el transcurso de su adolescencia estudió filosofía e ingresó al seminario donde se ordenó como sacerdote en el año 1815.
La primera navidad de Joseph que pasó en su parroquia ubicada en la aldea, fue maravillosa. Muy distinta a la de sus años de estudiante en donde la solemnidad y la frialdad, reinaban en las fiestas. La noche de 1818 entendió, que con instrumentos y canciones sencillas, se lograban festejos más alegres que conmovían los corazones de los fieles. Y fue en aquel clima, que Joseph comenzó con las primeras estrofas de una canción que hoy se ha convertido en el icono musical de la Navidad.
Una estrella
La historia cuenta que la estrella de Belén o de Navidad, precedía a los reyes magos hasta que en un momento se situó encima del lugar donde se hallaba el niño Jesús, en aquellos años ya se defendía a la leyenda de esta estrella, como verdadera.
El teólogo Orígenes afirmaba que estaba próxima a la naturaleza de los cometas. Constantes hipótesis se hicieron presentes para explicar el “milagro de la estrella de Belén”, tratándolo como un fenómeno astronómico real. Algunas de ellas señalaban al brillante planeta Venus pero este ya era conocido en aquellos tiempos, por lo que difícilmente pudo ser tomado como algo extraordinario. Otros se inclinan al paso del cometa Halley pero se decía que este ya había dado su aparición por el sistema solar en el año 11 a.C. También los hay, a los que atribuyen la "estrella" a una supernova (explosión de un sol cuya brillante luz puede verse durante meses, incluso de día), pero no existen registros históricos de esa época.
Una última hipótesis, quizás la más aceptada es la que proporcionó el astrónomo Johanes Kepler en el año 1606, el cual sostenía que la estrella de los magos no fue otra cosa que la fantástica triple conjunción de la Tierra con los planetas Júpiter y Saturno. En esta unión los planetas se observan como si fueran uno solo, los que los convierte en una luz muy brillante.
Como esta, existen otras tantas hipótesis que tratan de ofrecer una explicación concreta de lo que fue verdaderamente la famosa estrella de Belén. Los cierto es que ninguna es totalmente valedera por lo que aún este misterio sin revelar, sigue perteneciendo a la leyenda de que la estrella fue una guía para que los Reyes Magos, llegaran hasta Jesús.
El árbol de navidad
El nacimiento del árbol de navidad se remonta a la época comprendida entre el segundo y tercer milenio a.C. En aquella época, un gran número de pueblos indoeuropeos que se expandían por Europa y Asia, consideraban a los árboles como la expresión de las fuerzas fecundantes de la Madre Naturaleza.
La leyenda cuenta que un roble que los paganos concebían como sagrado cayó sobre un abeto, pero este quedó milagrosamente intacto, por lo que fue proclamado al árbol del niño Jesús. Su forma triangular se explicó como representativa de la Santísima Trinidad, con el Dios Padre, en la cúspide.
El moderno árbol de navidad proviene de Alemania y sus primeras referencias datan del siglo XVI. Hasta el siglo XIX no llegaría a Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Puerto Rico, China y Japón. En España comenzó a introducirse comienzos del siglo XX y en la actualidad se encuentra arraigado en la mayoría de Europa y Latinoamérica.
El famoso árbol proviene, principalmente, de los países fríos y nórdicos donde todos los años se conmemora a las fiestas, con el adornado de luces, guirnaldas, regalos y objetos de colores. Esta costumbre se fue expandiendo a otros países y hoy es adoptada en casi todo el mundo.
El hombre barbudo
Muy conocido como Papá Noel, Santa Claus y otros numerosos nombres que se amoldan a cada país, hacen a la ilusión a una leyenda común importada.
El aspecto del maestro de la navidad no es el que hoy se conoce, algo grueso y con abundante barba blanca ya que la leyenda lo describía como un ser bello, hermoso. Era rubio con ojos azules grandes, cara ovalada, figura delgada y alta.
Durante la navidad y también durante todo el año bendice a los hogares y regala prosperidad a toda la humanidad. Es el encargado de traer cada fin de año, la abundancia juntamente con la radiación de paz, amor unión y fraternidad. El aspecto que hoy conserva es producto de la marca Coca-Cola, que lo eligió para sus anuncios navideños hace muchos años y lo vistió con sus propios colores rojos y blanco.
Papá Noel es una tradición nórdica que nada tiene que ver con el origen religioso y cristiano que representa en la actual navidad. La navidad en sí misma conmemora y celebra la llegada del niño Jesús, que poco tiene que ver con el espíritu de Santa Claus.

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